Cómo cultivar ajo en un huerto urbano
Cultivar ajo en un huerto urbano es algo que puede ser muy sencillo y a lo que se le puede sacar mucho provecho. Y es que el sabor de unos ajos cultivados con mucho mimo y cuidado es totalmente diferente al que podemos comprar en cualquier supermercado.
El ajo es una planta sin la cual es difícil imaginar cualquier tipo de cocina o un botiquín casero. Su clavo es una especia insustituible que le da a los platos un sabor distintivo y una medicina natural que cada vez usan más personas en todo el mundo.
Tratándose de un cultivo imprescindible en todo huerto que se precio, hoy te vamos a mostrar cultivar ajo como un auténtico profesional.
Beneficios de cultivar ajo
Los dientes de ajo blanco son considerados por muchos como una especia mágica. De él se suele decir que tan pronto como añadimos una pizca de ellos, por ejemplo a la sopa, inmediatamente parece tener muchísimo más sabor.
El ajo común (Alium sativum), además de su evidente sabor, también contiene una importante cantidad de vitaminas, minerales y compuestos biológicamente activos, por lo que merece la pena consumirlo en el caso de:
- Infecciones virales, bacterianas y fúngicas: al ajo se le denomina en muchos países como "antibiótico natural"
- Dolor de garganta y oídos, secreción nasal, resfriados e incluso problemas de hipertensión y aterosclerosis
Cultivo y cuidado del ajo
A continuación te mostramos algunas instrucciones y consejos básicos para el cultivo y cuidado del ajo en tu huerto urbano;
Fecha de siembra
Como ya se ha comentado, los dientes de ajo de invierno se plantan en otoño (en la segunda quincena de octubre) y los ajos tiernos a principios de primavera .En el primer caso, los dientes necesitan tiempo para desarrollar suficientes raíces antes del invierno. La siembra de primavera se puede hacer a fines de marzo y principios de abril, preferiblemente a más tardar a mediados de mes (alrededor del 10/04).
Cómo plantar el ajo
La parte superior del diente se planta con el extremo puntiagudo hacia arriba y debe cubrirse con una capa delgada de sustrato de 5 centímetros. Una buena cosecha para él son los frijoles, los guisantes o las legumbres .
Tratamientos y cuidado
Un tratamiento útil que afecta positivamente el rendimiento y crecimiento del ajo (alrededor del 30%) es cubrir el suelo con paja. Hágalos justo después de plantar. Una capa de mantillo protegerá el suelo contra la desecación y limitará el desarrollo de malas hierbas.
También es importante regar en épocas de sequía (incluso puede ser necesario desde mediados de mayo hasta mediados de junio). El trabajo debe realizarse por la mañana para que las plantas tengan tiempo de secarse durante el día.
Además, el suelo debe aflojarse regularmente y controlarse las malas hierbas.
No permitas la formación de brotes
En el caso del ajo de invierno (también conocido como ajo punta de flecha), ¡no debe permitir la aparición de brotes de inflorescencia! El ajo tierno no las produce.
Protección contra enfermedades y plagas
Durante el cultivo, tenga cuidado con las plagas y enfermedades, por ejemplo, ajo podrido por fusarium (que se manifiesta por secado y marchitamiento de la parte superior de las plantas).
Es mejor no cultivar ajo cerca de otros bulbos, porque las plantas pueden ser más vulnerables a enfermedades y plagas.
El ajo se planta mejor con una separación de 15 x 5 centímetros. Luego, las plantas tienen mucho espacio para crecer y la cosecha debe realizarse cuando aproximadamente el 40 % de las hojas estén secas.
Luz y temperatura
La planta tiene bajas exigencias climáticas y tolera ligeras heladas primaverales (es más duradera que la cebolla). Durante dos meses después de la siembra, la temperatura debe ser de 0-10 °C, lo que contribuye a la formación exitosa de cabezas de ajo. Los lugares soleados son óptimos.
Agua
La tierra para cultivar ajo debe estar húmeda, pero no mojada. Se obtienen buenos resultados mediante el riego de plantas antes mencionado durante la sequía y el acolchado. La planta tiene los mayores requerimientos de agua durante el cuajado de los bulbos.
Suelo
El ajo tiene requerimientos nutricionales relativamente altos y necesita suelo fértil, aireado y franco arenoso. El pH óptimo es 6,8. Esta especie responde bien a la fertilización orgánica (por ejemplo, con estiércol fermentado o compost).
¿Preparado para cultivar tus propios ajos en tu huerto urbano o jardín?
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