Cultivar calabacín en una maceta es posible a pesar de lo que pueda parecer a primera vista, sobre todo por el tamaño de esta cada vez más popular verdura. Si no tienes una huerta o un jardín de grandes dimensiones, no importa ya que en cualquier huerto vertical o terraza podremos cultivar calabacines de una forma sencilla, y disfrutar en poco tiempo, en nuestras ensaladas o comidas de nuestras propias verduras con todo lo que ello supone.
Si quieres lanzarte al cultivo del calabacín en maceta, sigue leyendo nuestro artículo y apunta todos los consejos e instrucciones que te vamos a dar. Y no olvides que cultives calabacines o lo que sea, tener un huerto te va a reportar una serie importante de beneficios.
Cómo usar el calabacín en la cocina
Antes de lanzarnos a explicaros cómo cultivar calabacín en una maceta, tenemos que contaros que los calabacines, como la calabaza, provienen de las cucurbitáceas. También es primo cercano de los pepinos, como lo demuestra la sorprendente similitud en su temprana juventud. Se trata de un alimento perfecto para sándwiches y ensaladas. Se diferencia del pepino por un ligero sabor a nuez. También se puede hacer panqueques con calabacines, así como también comerlos empanados o fritos, agregarlos a las sopas.
Por otra parte, es apto para encurtidos y otras conservas. Al mismo tiempo, tiene pocas calorías y un índice glucémico bajo, y contiene muchos ingredientes beneficiosos para la salud. Sin embargo, antes de empezar a consumirlo, sería mejor cultivarlo. Y en este artículo, te decimos cómo cultivar calabacín en una maceta.
Vale la pena saber que no solo los frutos del calabacín son comestibles, sino también sus flores. La mayoría de las veces se sirven fritos en masa para panqueques, pero también son adecuados para ensaladas, sopas o rellenos. Las flores se pueden utilizar sin comprometer la cosecha del fruto (lo que solemos comer es botánicamente el fruto). Esto se debe a que el calabacín produce dos tipos de flores: masculinas y femeninas. Los machos se utilizan para la polinización, mientras que los frutos están formados únicamente por flores femeninas.
¿Cómo distinguirlas? Las flores femeninas tienen un tipo óvulo que parece un calabacín diminuto. Las flores masculinas, en cambio, están montadas sobre un tallo recto.
Cómo cultivar calabacín en una
maceta
Los calabacines llegaron del hemisferio sur. Este solo hecho dice mucho sobre sus requisitos: la posición debe ser soleada y, si es posible, protegida del viento, porque al calabacín simplemente no le gusta el frío. La mejor temperatura para ella es 20-25 °C. Si cae por debajo de los 15 °C, simplemente dejará de crecer y dar frutos (así, por ejemplo, en invierno, podemos colocar las macetas en el interior, con el fin de protegerlas). A la sombra, en cambio, las plantas crecerán bastante pobres y no se puede contar con una cosecha particularmente abundante.
Debemos de tener en cuenta que al calabacín le gusta la tierra fértil, rica en minerales. De esta forma, idealmente, el sustrato de la maceta debe ser fertilizado con una dosis sólida de abono orgánico (estiércol, compost). Su gran ventaja, sin embargo, es que también funcionará en una superficie un poco más pobre. Puedes plantarla prácticamente después de cualquier verdura, excepto las cucurbitáceas. También es importante el agua que a la planta le gusta tener en abundancia. La pérdida de humedad se puede prevenir cubriendo, por ejemplo, con agrotextil negro para jardinería, colocado sobre la maceta, que también limitará el crecimiento de malas hierbas.
Siembra y plantación del calabacín
En realidad, no hay demasiada ciencia tras la siembra de calabacín. En la segunda quincena de mayo, cuando pasa el riesgo de heladas, es suficiente sembrar 2-3 semillas en los nidos a una profundidad de 4 centímetros, después deberemos eliminar las plántulas más débiles, dejando las más fuertes.
Podemos acelerar el crecimiento cubriendo el sitio de siembra con agrotextil primavera blanca. Incluso se obtendrán rendimientos más tempranos de las plántulas. Si queremos sembrar los calabacines en el suelo podremos hacerlo después del 15 de mayo. Si el clima aún no es estable con una temperatura lo suficientemente alta, es obligatorio endurecer las plántulas antes de plantarlas en el suelo.
Lo que debes saber sobre las plántulas de calabacín
En primer lugar, cuando hablamos de las plántulas (que podemos colocar directamente sobre una maceta), las condiciones deben de ser las adecuadas: temperatura 20-25 ° C, posición soleada y suelo siempre húmedo. También es importante usar macetas estériles, nuevas o incluso bien lavadas y enjuagadas con agua hirviendo. De lo contrario, puede ocurrir una enfermedad fúngica grave: la gangrena de las plántulas. Esta enfermedad fúngica que es peligrosa para las plantas puede matar todo el cultivo. Los brotes de plantas jóvenes infectadas se vuelven marrones hasta que las plántulas finalmente mueren. Si bien, es cierto que el cultivo se puede salvar con una reacción rápida y el uso de una preparación adecuada.
También se pueden comprar plántulas de calabacín listas y bien cultivadas. Suelen estar a la venta en mayo y junio.
Al transferir las plántulas a su maceta definitiva, trata de dañar las raíces lo menos posible. Si preparamos las plántulas nosotros mismos, entonces selecciona macetas de turba (u otras macetas que se puedan colocar en el suelo junto con la plántula en caso de que sea necesario). Al calabacín, como a todas las cucurbitáceas, no les gusta que se les trasplante.
Fertilización, riego y cuidado del calabacín
El calabacín plantado, cuando no está enfermo, no requiere cuidados especiales. Se debe desyerbar de manera esporádica, aunque las plantas buenas y densas son bastante efectivas para inhibir el crecimiento de las malas hierbas, y el acolchado con agrotextil negro finalmente resuelve el problema.
También es importante regar las plantas de calabacín regularmente, especialmente en climas cálidos y secos. Cuando se planta en un suelo fértil fertilizado con fertilizante orgánico, el calabacín no necesita fertilización adicional. Sin embargo, si existe tal necesidad, se puede complementar con fertilizante multicomponente justo después de la floración y luego después de cada cosecha.
Los primeros frutos de calabacín pueden aparecer en junio, y los últimos se recolectarán en la segunda quincena de septiembre y, a veces, en octubre. Por otra parte, las primeras heladas pueden dañar las plantas y frutos, por lo que con las macetas tenemos la ventaja de poder introducirlas en casa.